Se calcula que el universo posee 50.000 millones de galaxias y que cada galaxia tiene cerca de 100.000 millones de estrellas. Existen también millones de planetas, hay ocho que se encuentran dentro de nuestro sistema solar y sólo uno que tiene algo que lo hace significativamente diferente: el agua.El agua cubre tres cuartas partes de la Tierra formando océanos y siendo el principal responsable de modelar el paisaje que nos rodea. El agua continental se encuentra en los casquetes polares, ríos, lagos y bajo tierra. El resto de agua terrestre se encuentra en la atmósfera en forma de nubes.
El agua es una de las sustancias químicas más simples pero con un poder inmenso: el poder de la vida. El agua es la única sustancia mineral que se encuentra en la naturaleza en los tres estados posibles: sólido, líquido y gas. Los cambios de temperatura de la corteza terrestre hacen pasar el agua de un estado al otro constantemente, sobre todo de líquido a gas, hecho que le da una gran movilidad y condiciona el clima tanto por su presencia como por su ausencia. La configuración de sus moléculas —sencillas pero extraordinarias— hace que cada una de ellas actúe como un pequeño imán que en estado líquido tiene la capacidad de disolver, con más o menos intensidad, el resto de sustancias del universo, hecho que facilita las reacciones químicas, interviene en la diversidad de sustancias y también en su movilidad.
Los seres vivos somos un complicado conjunto de reacciones químicas controladas por un sofisticado código que se ha ido perfeccionando a lo largo de miles de millones de años de evolución. Sin agua la vida en la tierra no hubiera sido posible, al menos tal y como hoy la conocemos. La mayoría de seres vivos la necesitamos de manera continuada y sólo somos capaces de utilizarla en unas condiciones muy determinadas y restrictivas.
En su estado natural sólo podemos aprovechar un 3% del total de agua que se encuentra en nuestro planeta, es la denominada “agua dulce”. Pero de ésta, el 69% se encuentra en los glaciales y nieves permanentes, un 30,6% es agua subterránea, un 0,1% está en la atmósfera como vapor de agua y sólo el 0,3% está a disposición de los seres vivos terrestres, mal distribuida en el territorio y también en el tiempo.
La humanidad históricamente ha luchado por controlar la distribución del agua y también ha contribuido a su degradación: la naturaleza por sí misma no tiene capacidad de regenerar la contaminación que la actividad humana produce. Por eso, si no actuamos, el agua disponible será cada vez más escasa y pondremos en peligro su delicado equilibrio. Por este motivo y pese a su abundancia, nos damos cuenta que el agua es un bien limitado y vulnerable que se debe gestionar de manera responsable. Si no actuamos con sensatez destruiremos el pacto entre la naturaleza y el hombre y pondremos en peligro la propia existencia.
Joaquín Calvo Fandos
Director Àrea de Qualitat i Desenvolupament
Aigües de Reus
ANÁLISIS CALIDAD AGUA
Informes analítics de control (ACN), complets (ACP) i radioactivitat. La caracterización de las aguas se puede consultar en el apartado de resumen trimestral. También se puede consultar en: https://sinacv2-cc.sanidad.gob.es/
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