La falta de agua ha sido una constante en Reus a lo largo del tiempo. Situado en una comarca con escasez de recursos hídricos, la ciudad, históricamente, siempre ha mostrado un enorme interés en la obtención y la gestión del agua.
La construcción del pantano de Riudecanyes (que hizo posible el abastecimiento a varios pueblos del Camp) y el hecho de que Reus fuera la primera ciudad del Estado en impulsar una estación depuradora de aguas residuales (en los años treinta del siglo XX) evidencian hasta qué punto la ciudad ha sido inquieta y líder en cuanto a la gestión del agua, conscientes de su escasez y valor.
Más recientemente, ya en democracia, el minitrasvase del Ebro en los años ochenta y la constitución de un modelo de gestión propio a través de la empresa municipal Aigües de Reus, son otros hitos que explican por qué la ciudad cuenta hoy en día con un servicio eficiente, que es patrimonio de todos los ciudadanos de Reus.
Constituida en 1989, Aigües de Reus nació con el objetivo de gestionar el ciclo integral del agua en el término municipal de Reus (captación, tratamiento, distribución y depuración). Desde entonces ha dirigido su estrategia empresarial a la mejora del servicio y de la calidad de este ciclo, de manera siempre orientada a la mejora del servicio y a la satisfacción de los clientes.