Sólo el 20% de las aguas residuales del mundo reciben tratamiento, dejando a los países en desarrollo mucho más afectados por la contaminación de las aguas y las enfermedades. Así se desprende de un reciente informe de la ONU, que insta a los gobiernos a que valoren las aguas residuales tratadas como un recurso necesario y que las consideren una prioridad en la agenda de desarrollo post 2015.
El informe, titulado "Gestión de aguas residuales", sostiene que la gestión y tratamiento de las aguas residuales se ha descuidado ante el afán de comercializar la producción de agua potable. Una situación que se agrava por los sistemas de gestión deficientes que utilizan muchos países y por el uso de tecnologías que, a menudo, se han diseñado sin una concepción integral.
Descarga aquí el informe completo